Alguna euforia

Por Miguel

 

Me acuerdo de que habíamos salido esa noche.

En el ‘82 tenía 20 años, iba a la Facultad Tecnológica, y a la mañana, por la radio, escuchamos el comunicado por el presidente Galtieri dando el mensaje de la recuperación de las Islas Malvinas. Y me acuerdo como si fuera hoy que mi papá me dijo: No saben lo que hicieron.

En algunas personas había euforia. La Plaza se llenó más tarde el mismo 2 de abril. El 30 había habido una marcha de la multipartidaria de la CGT contra el gobierno y el día 2 de abril salió este tema.

Yo me salvé del servicio militar por número bajo. Si lo hacía, tenía que estar dentro del grupo que iba a Malvinas, de hecho fueron chicos de mi edad. Y eso fue terrible. Todos mis amigos.

A los chicos que estaban en Comandante Piedrabuena, que era una base militar, los llevaron luego de que se desató el conflicto. Estaban ahí para ir a la guerra pero no llegaron a ir a Malvinas.

Los padres iban en coches hasta allá, se quedaban desde el lado de afuera del alambrado del regimiento viendo si podían ver a los chicos y les llevaban comida. Fue de terror.

En realidad, hasta ahí, nadie pensó que iba a haber una guerra. Todo nos lo enterábamos por la radio, los amigos, los diarios, la televisión también. Escuchábamos radios de Uruguay porque supuestamente decían cosas más reales.

Me acuerdo lo del Crucero General Belgrano. Al principio no lo decían, no lo contaban del todo. Lo habían hundido y trataban de taparlo. Iban 1100 marinos y murieron 323. Eso fue a las 4 de la tarde del 2 de mayo. Dos o tres días de rescate de sobrevivientes y la Argentina contraatacó. Después siguió la guerra que duró hasta el 14 de junio.

Y cuando terminó fue de un día para otro. Íbamos ganando y de un día para otro perdimos. Empezaron a traer a los soldados a escondidas, a los sobrevivientes. Los traían a Puerto Madryn, a Montevideo. Los llevaron a las bases militares. Les hicieron firmar un documento para que no declararan lo que habían vivido y después los empezaron a largar a las casas, a sus familias. Y con estas situaciones murieron más después, que antes, por suicidios. Y hasta el día de hoy se siguen suicidando. Yo conocí a alguno.

Y acá lo vivíamos con mucha mentira, mucha desinformación.

Hasta el día anterior a que se rindieron pensabas que ganaban.